Calchaquí, otro pueblo deforestado.

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Este artículo lo encontré de casualidad en un blog de Clarin. Está escrito Cristian Varela, que vivió en el barrio tanguero. Me gustó mucho la reflexión que hace sobre nuestro pueblo (sigue siendo pueblo para mi). Y como valor agregado tiene una enorme cantidad de comentarios de compatriotas que están muy buenos.

A continuación les dejo el artículo y este el el link externo por si lo quieren visitar.

Calchaquí, otro pueblo deforestado.

Enviado por Cristian Varela
E-mail:
cristian_varela_arg@hotmail.com

Es la historia de mi pueblo, al que llegué cuando tenía un año de vida, Calchaquí. Atravesado por la ruta nacional Nº 11, con sus 13 mil habitantes, en el departamento de Vera, Santa Fe. Un lugar donde en sus épocas de esplendor brillaba por el progreso y la atracción de los europeos que llegaban en grupos numerosos.

Una tierra forestal, donde, en el año 1899, se instaló la primera fábrica del país y la más grande de Sudamérica. Ésta le daba al lugar un intenso movimiento económico. En ese mismo periodo, el pueblo contó con el paso del ferrocarril, correspondiente a la Compañía Francesa Fives Lille, que hacía que la colonia adquiera movilidad.

Calles de tierras coloradas por el aserrín del quebracho. Su fundación fue realizada por una de las múltiples instituciones encargadas de la colonización, en este caso, concretamente, el Banco Colonizador Nacional. La fundación jurídica fue el 21 de octubre de 1889, cuando concretó tal misión Don Luis D´Abreu, quien además fue el encargado de realizar el reparto y posterior venta de tierras a los colonos, en nombre y representación del Banco.

El primer Censo Nacional de Calchaquí fue realizado el día 10 de mayo de 1895 cuando el pueblo contaba seis años desde su fundación. Es considerable la población extranjera radicada en Calchaquí en esa época. La mayor cantidad corresponde al grupo de italianos, seguidos por uruguayos y españoles. Trabajaban como jornaleros, comerciantes, obrajeros, como así también de empleados del ferrocarril y otras actividades propias de la zona urbana. En el caso de las mujeres, trabajaban como lavanderas, costureras o modistas.

Pero como ocurrió con gran parte del norte santafesino, cada hachazo que talaba un árbol estaba talando también el futuro de generaciones siguientes. Generaciones que a los ingleses no les preocupaban, porque pájaro que comió, ¡voló!

Hoy su motor es el campo, y la soja es el tanino del siglo pasado. Pero -como antes- la riqueza siempre es aprovechada por pocos.

Hace tiempo tuve que marcharme, llevándome recuerdos imborrables. Haciendo honor a su historia, ejerciendo de embajador en cualquier sitio donde vaya.

Cuando la visito me siento con mis padres que aún viven ahí, en el barrio Carlos Gardel, que le rinde homenaje al más grande de la música popular. Mates por medio, veo los a chicos pasar, preguntando quién soy. No los conozco, cuántas caras nuevas.

Calchaquí es un lugar hermoso lleno de gente trabajadora, amigable y con muchas historias. Quizás no sea el pueblo donde nací, pero allí aprendí a crecer, a ser fuerte, como mi natal Villa Guillermina que hizo de sus hijos fuertes como el quebracho.

Un saludo a toda mi gente desde Santa Fe.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

hola qeria saber con el otro blog,si es qe me podes dar alguna explicacion , porqe yo era de leer los comentarios y un par de veces tambien comente . Queria saber si va a volver la pigana. Gracias. Hugo. mi email es el_chiila@hotmail.com

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